Las nubes son aptas para simular todo tipo de monstruos y criaturas. Si son blancas y cuadradas, podemos ponerles un par de ojos, pincharlas en un palillo y hacer que son fantasmas. O podéis hacer volar vuestra imaginación con las que tenéis a mano y hacer cualquier figura con cara de pocos amigos. En esta noche todo vale, por lo que en la cocina la innovación es imprescindible
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